12 de diciembre de 2013

Vino y pisco en la historia del Perú, de Eduardo Dargent Chamot



Las primeras Vitis vinifera llegaron a América con Hernán Cortés durante la conquista de México y hay muy buenas referencias a ellas en los cronistas de Nueva España, pero al decir del fraile naturalista Joseph de Acosta, quien recorrió muchos años el Perú y pasó por México antes de regresar a España, allá –hasta ese momento– no se había producido vino, mientras que en el Perú este era abundante.

Tras esas primeras notas de vikingos y de Nueva España, el libro se enfrasca en lo que es el Perú y su relación con la Vitis vinifera, desde un brindis con un delegado del inca a bordo del navío que transportó a Pizarro a las costas de Tumbes, hasta las angustias de la falta de vino importado para poder celebrar misas. Desde los primeros viñedos que vio Cieza de León en 1547 hasta las uvas que Alfonso Vaes no le regaló a Garcilaso cuando se iba a España. Desde las tabernas limeñas hasta las ordenanzas del virrey Francisco de Toledo; y hasta nuestros días.

La quinua, alimento de las culturas andinas, de Sara Beatriz Guardia



Este libro está dedicado a los pueblos ancestrales peruanos que supieron domesticar, cultivar y preservar la quinua y otros granos andinos a lo largo de miles de años. Reconocimiento expresado por la Asamblea General de Naciones Unidas cuando acordó celebrar el 2013, Año Internacional de la Quinua, por su capacidad agronómica, alto contenido de aminoácidos, y por haber nutrido desde épocas remotas a diversas comunidades que la cultivaron y conservaron hasta nuestros días.

En sus siete capítulos el libro incluye: Valor simbólico y ritual de los alimentos; La milenaria cocina de las culturas andinas; Perú. Centro mundial de alimentos; La quinua; Tres siglos de olvido; El reto alimentario. En la segunda parte hemos consignado recetas del Perú y de otros países del mundo con el objetivo de difundir la gran potencialidad gastronómica de este grano olvidado por siglos, por haber sido considerado “alimentos de los indios” y “alimento de pobres”.

11 de noviembre de 2013

Revista Martín 26


Así como José María Arguedas supo aproximarnos con su proverbial escritura a la real dimensión humana del hombre andino de nuestro país, descubriéndonos espacios culturales que habían sido escandalosamente pervertidos por la mirada del otro, así también Antonio Gálvez Ronceros (Chincha, 1932), desde las zonas más entrañables del hombre negro que habita, desde hace más de quinientos años, en nuestros territorios, nos muestra, por vez primera, con el milagro de su palabra redentora, todo el esplendor de la identidad cultural del universo negro sin prejuicios ni maquillajes, rescatando el habla de resonancias populares, el humor, la mirada traviesa y pícara que, en verdad, es un canto a la vida. Este Martín es un reconocimiento especial a un clásico de la narrativa peruana.

¿Atrapados en la red?, de Carlos Eduardo Paredes



Debido a la productividad del mar peruano, la actividad pesquera debería haberse beneficiado de una renta significativa. Sin embargo, en el caso de la anchoveta, una normativa inadecuada promovió una sobreinversión y conllevó a grandes sobrecostos, con la cual gran parte de la renta marina se disipó y “hundió” en el mar. 

En el 2008, con el Derecho Legislativo Nº. 1084, se inició el mayor reordenamiento de los últimos 40 años. Esta norma introdujo cuotas individuales de pesca de anchoveta, generando una serie de beneficios. 

La investigación provee un balance de la aplicación de este régimen y analiza la conveniencia de expandir este tipo de gestión pesquera a otras tres grandes pesquerías del Perú (pota, jurel, y caballa), y los efectos que trajo en el caso de la merluza. Analiza también los derechos de pesca que se pagan en el Perú y concluye explicando por qué el sistema vigente debe ser reformado íntegramente.